miércoles, 13 de noviembre de 2024

Llivia (Girona) Cataluña


Llivia​ (en catalán y oficialmente Llívia) es una localidad y municipio español perteneciente a la provincia de Gerona, en la comunidad autónoma de Cataluña, rodeada totalmente de territorio francés. Localizado en la parte nororiental de la comarca de la Baja Cerdaña, Llivia se encuentra a 153 kilómetros de la capital provincial, rodeado por el departamento de Pirineos Orientales como resultado del Tratado de los Pirineos de 1659, y del Tratado de Llivia (12 de noviembre de 1660); exactamente limita con las comunas francesas de: Targazona, Estavar, Sallagoza, Santa Leocadia, Bourg-Madame, Ur y Angostrina-Villanueva de las Escaldas. Por tanto, constituye un enclave de España en Francia.

El municipio lliviense comprende los núcleos de población de: Llivia, Cereja y Gorguja. En el núcleo histórico de Llivia estaba la farmacia Esteve, y sus restos, albarelos y cajas de simples se exhiben en un museo.


Farmacia museo






Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles.

Interior de la iglesia

Ayuntamiento


Uno de los muchos hoteles

Historia
Merced al Tratado de los Pirineos de 1659, España cedió a Francia los treinta y tres pueblos de las comarcas catalanas del Vallespir, el Capcir, el Conflent, el Rosellón y la Alta Cerdaña que hoy forman, junto con la Fenolleda, el departamento francés de los Pirineos Orientales. Estas comarcas habían pertenecido al Imperio Carolingio (Reino Franco) y posteriormente cedidas a la Corona de Aragón. Las fronteras actuales de Llivia se deben a la delineación fronteriza entre Francia y España; hay que resaltar que la frontera de Llivia se concretó en el tratado de 12 de noviembre de 1660, poniéndose la condición de que no hubiera fortificaciones.

Llivia quedó fuera de este tratado por tratarse de una villa, privilegio concedido por el Emperador Carlos I, por lo que continuó bajo dominio del Rey de España.​ A pesar de esto, su relación con Francia no ha estado exenta de dificultades.​

Durante el XIX hubo una importante actividad textil, con diversas fábricas, así como dos molinos harineros y otras industrias. Durante la guerra civil, se mantuvo del bando de la república hasta que el 11 de febrero de 1939 las autoridades del bando sublevado pidieron a las autoridades francesas permiso para ocupar la villa debido a que para acceder a ella había que pisar suelo galo. Al entrar no encontraron resistencia. El 4 de abril de 1968 se suprimió por las autoridades españolas la obligación de usar un pase concreto o pasaporte para acceder, tras lo cual la población que no llegaba a los 800 habitantes, empezó a incrementarse​.

Su población en 2017 era de 1415 habitantes, repartidos en un territorio de 12,83 km². Llivia pertenece al partido judicial de Puigcerdá. Las lenguas habladas en la localidad son el castellano, el catalán y el francés.

Geografía

Extensión del municipio en la provincia de Girona
La villa de Llivia se encuentra en el extremo nororiental de la península ibérica, en los Pirineos, concretamente en el valle de la Cerdaña. Está situada a 1.223 metros sobre el nivel del mar, al pie del Turó del Castell, extendiéndose por el llano de Fontanelles.

Está limitada por los términos de Bourg-Madame –zona de Càldegues– y de Sainte-Léocadie –sierra de Concellabre–, al sur; de Ur y de Angoustrine-Villeneuve-des-Escaldes, a poniente; de Targasonne, por tramontana; y de Estavar y de Saillagouse, a levante.

El río Segre cruza el término municipal, entrando por Estavar. A su paso por Llivia, recibe las contribuciones fluviales de los ríos Er, Targazona y Éguet.

Hacia el noreste y detrás de la cresta del Puig del Castell, puede accederse a los tranquilos parajes de la font del Sofre, más cercana y situada a la pequeña valle de Estaüja, y de la font del Ferro, en la confluencia del torrente del Tudó con la riera de les Valls o de Targasona.

En su territorio destacan el pico de Llivia (1.357,5 m) –también llamado Turó del Castell–, el Serrat de Baladret (1.428 m) y el Pla del Tudó (1.403 m), además de la Roca Canal y el Serrat de Palmanill, formando una pequeña sierra prolongada en dirección al caos de Targasonne y de Angoustrine, y sobresaliendo de la fértil llanura que rodea la villa.

Agricultura y ganadería
La superficie cultivada representa alrededor del 60 % del término municipal, y resulta ser la de mayor volumen de la Baja Cerdaña. Además, casi una tercera parte es de regadío. Predomina el cultivo de patatas por encima del de cereales (casi exclusivamente trigo), los prados y los forrajes. Por el contrario, la superficie destinada a huerta y frutales –perales– es muy reducida. Tiene por mercado agrícola principal y área comercial Puigcerdá.

Hostelería y gastronomía
Llivia es una población con gran abundancia de restaurantes, tanto de calidad como asequibles. En cuanto al alojamiento, existen varios hoteles, apartahoteles, hostales y fondas, además de un albergue, ofreciendo un total de 133 plazas de hotel y 29 de alojamiento rural.

Actividades principales
Festcat. Escuela de la fiesta. Se celebraba la segunda semana completa del mes de julio, con cursos, talleres, espectáculos y actividades abiertas a toda la población de la comarca, en las que participan destacados artistas y tertulianos. Se realizó desde 1996 hasta 2012, año en que se celebró la última edición debido a la baja participación.

Educación
El centro educativo Escuela Jaime I se ubica en Llivia.12​ Fue construido en la década de 1950. A partir de 2016 un nuevo centro educativo está en construcción, con una planta baja de 500 metros cuadrados y un piso segundo de 250 metros cuadrados.​

Deportes
Llivia dispone de un Pabellón Polideportivo Municipal, un campo de fútbol, ​​una piscina municipal, una pista de monopatinaje y un centro de hípica. Los deportes más practicados entre los llivienses son el baloncesto y el fútbol. En verano la piscina se llena de turistas.

Por Llivia pasa el Camino de Santiago que procedente de la Europa meridional que entraba por los collados de la Perxa y Pimorent en dirección a Jaca donde confluía con otros caminos.

Pintado en azul, verde y rojo, representa la población de Llívia resguardada al pie del cerro del mismo nombre, coronado por el viejo castillo protector, el cual lo une un camino que sube hasta la fortaleza, evocador de su origen remoto. Fuera del campo, al lado derecho de la parte superior, aparece un personaje, de pie y barbudo, atabiado de una túnica de color verde y un manto rojo, que lleva en la mano derecha un tipo de cetro (¿o quizá una clava?). El nombre ERCULES que acompaña la figura permite identificarlo con el famoso héroe de la mitología griega, a quien la antigua leyenda atribuía la fundación de Llívia, y a la cual hace también alusión la inscripción en letras mayúsculas que en forma de orla enmarca el escudo y a la figura arriba mencionada: LIVIUM OPPIDUM EST ÍNTER PIRENEORUM CONVALLES MONTIUM PROVINCIA CATALONIA ET CERITANIA REGIONIS AB ERCULE LÍBICO ANTE XPISTUM NATUM 1678.


viernes, 1 de noviembre de 2024

Les Valls d'Aguilar (LLeida) Cataluña

Valls d'Aguilar o Valls de Aguilar (Les Valls d'Aguilar en catalán) es un municipio de la comarca catalana del Alto Urgel. Según datos de 2023 su población era de 270 habitantes. Incluye los núcleos de Argestues (23 hab.), Bellpui (18 hab.), Berén (6 hab.), Biscarbó (despoblado), Castellás (9 hab.), Castells (despoblado), Espaén (12 hab.), Guardia de Arés (32 hab.), Junyent (8 hab.), Miravall (despoblado), Novés de Segre (132 hab.), Tahús (31 hab.) y Trejuvell (1 hab.)




Tahús​ (en catalán y oficialmente Taús) es una localidad dentro del municipio de les Valls d'Aguilar, en el Alto Urgel, provincia de Lérida, Cataluña, España. Había sido cabecera de municipio de 35,28 km², que en 1972 se unió al de Noves de Segre, creando así Valls d'Aguilar. Actualmente es una entidad municipal descentralizada de este, agrupando el pueblo de Tahús y el de Els Castells.
El pueblo de Tahús se encuentra en el sector más occidental del municipio, comprendiendo la cabecera del río Major.
Población31 hab. (2023)


Capilla San Marti de Taús

La ermita románica de San Martín de Taús forma parte de la Vía Románica, ruta transfronteriza del románico pirenaico.

El edificio es de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón, de perfil ligeramente apuntado y reforzada por dos arcos torales que arrancan de pilastras adosadas a los muros y que se prolongan en el exterior del edificio en la cara norte.

El ábside de base semicircular es precedido por un arco presbiteral en el que se abren dos nichos rectangulares. Hay dos ventanas de doble derrame, una al muro sur y otra en el centro del ábside. La puerta original en arco de medio punto, se encontraba en la fachada sur y daba acceso al cementerio y donde actualmente hay una ventana. El acceso actual está situado en la fachada de poniente. Durante la Guerra Civil Española, se quemaron el retablo y la Virgen románica.

 Escut de les Valls d'Aguilar.svg

Les Valls d'Aguilar
Escudo en losange de ángulos rectos: En campo de plata, un valle de sinople superado de una águila de sable. Al timbre, una corona mural de pueblo.

Historia
Formó parte del vizcondado de Castellbó. El municipio actual se formó en 1972 al unirse los antiguos municipios de Castellás (Castellàs del Cantó), Guardia de Arés (Guardia d'Arés), Noves de Segre y Tahús (Taús) (ver "Relación de Municipios Desaperecidos desde Principio de Siglo" Edita Instituto Nacional de Estadística, Año 1981). La capital del municipio es Noves de Segre.

jueves, 31 de octubre de 2024

Artés (Barcelona)



Artés es un municipio de Cataluña, España. Perteneciente a la provincia de Barcelona, en la comarca del Bages .Población 5994 hab. (2023)

Iglesia de Santa María
Iglesia neorománica con elementos nuevecentistas
El rey Odón concedió al obispo de Vic Gotmar el valle de Artés entre el 889 y 890, aunque se cree que ya había sido donado anteriormente por el conde Guifré. La iglesia de Santa María aparece documentada casi un siglo más tarde, en el año 972, cuando aparece citada ya como parroquia. Está situada en la parte más alta de la población, junto al antiguo castillo.
En el siglo XII se construyó un nuevo templo, del que sólo se ha conservado una parte de la cabecera. Entre los siglos XVI y XVII se reformó completamente el templo y posteriormente en el XVIII se le añadieron dos naves laterales y se construyó la nueva puerta de acceso.


Restos de la iglesia vieja
En 1912 se consagró un templo nuevo en la parte baja del pueblo y eso inexplicablemente comportó la destrucción de la antigua iglesia.


Ayuntamiento
Escut d'Artés.svg
Artés
Escudo en losange cuarterado: 1º y 4º en campo de gules, una llave de oro puesta en palo con el diente abajo y mirando hacia dentro la del primer cuarto y hacia fuera la del cuarto; 2º y 3º de oro, un báculo de obispo de púrpura puesto en palo; resaltando sobre el todo de la partición una cruz plena de sable. Por timbre una corona mural de villa.
La cruz central es la señal tradicional de la villa, y las llaves y los báculos aluden al hecho que Artés perteneció a los obispos de San Pedro de Vich.

Historia
Se cree que el nombre de la población deriva del término latino Artium (cerro fortificado). Existen indicios de que en el siglo vi existía en la zona una iglesia fortificada que sirvió de primitivo asentamiento a los pobladores del área. Los restos arqueológicos encontrados en el yacimiento de Matacans así como las inscripciones romanas de los siglos II y III encontradas en la Plaça Vella (Plaza Vieja) confirman que existieron pobladores continuados durante siglos.
Artés es una de las primeras poblaciones de la comarca que figura en documentos escritos ya que aparece en uno fechado el 24 de junio de 889. En este documento, el rey Eudes de Francia concedía diversos privilegios a las iglesias de Santa María y de San Pedro de Vic. Entre estas concesiones se encontraba el valle de Artés.
Actualmente la economía de Artés se debe básicamente al sector industrial, aunque también hay grandes superficies de suelo agrícola, principalmente viñedos y trigo.
De Artés destacan especialmente sus vinos y cavas. Entre otros municipios, Artés fue uno de los impulsores de la Denominación de Origen Pla de Bages. Además, es el único municipio del Bages que ostenta Denominación de Origen tanto para vinos como para cavas.

lunes, 28 de octubre de 2024

Les Valls de Valira (LLeida) Cataluña

Valles del Valira (oficialmente y en catalán, Les Valls de Valira) es un municipio de Cataluña perteneciente a la provincia de Lérida, en la comarca del Alto Urgel. Según datos de 2008 su población era de 861 habitantes. Es el segundo municipio en extensión de la comarca. Incluye los núcleos de Anserall, Arcabell, Arduix, Argolell, Ars, Asnurri, Baixos de Calbinyà, Bescarán, Calbinyà, Farga de Moles, Os de Civís, Sant Antoni, Sant Joan Fumat y Sant Pere.

Núcleos de
población
15
Población792 hab. (2023)
En el municipio se encuentran infinidad de iglesias, iglesias, ermitas y capillas; cada una con su Patrón, su historia y sus peregrinos, y todas ellas dispuestas a recibir la visita de cualquier peregrino, curioso o enamorado del arte. Cabe destacar las iglesias San Andrés de ArcavellSanta Eugenia de ArgolellSan Martín de Ars, Santa Eulalia de Asnurri, San Martín de Bescaran, Santo Tomás y Santa Margarita de Calvinyà, San Román de Civís, Santa Agnès de Farrera dels Llops, San Pedro de Os de Civís, San Juan Bautista de San Juan Fumat y San Jaime de Llirt; así como las ermitas repartidas por diferentes lugares, quizás la más singular Santa Magdalena, compartida con los vecinos Pallaresos. Y no hay que olvidar la joya del municipio, el Monasterio de Sant Serni de Tavèrnoles, en Anserall con una larga historia detrás.

Restos del ábside de la iglesia de Sant Andreu Vell de Arcavell

La existencia de la iglesia de Sant Andreu está documentada en 967, cuando fue mencionada en las afrontaciones de un terreno donado por Eizo a Santa Maria de La Seu d’Urgell, en cuya falsa acta de consagración también aparece citada. Asimismo, fue uno de los bienes patrimoniales que legó el obispo Guillem Arnau a Santa Maria en 1093. Cinco años más tarde, el canónigo Isarn legaba en su testamento a su hijo Pere diversas propiedades in Archavel, subtus ecclesiam Sancti Andree.

 En la actualidad, de la iglesia de Sant Andreu sólo resta en pie parte del liso muro del ábside, en cuyo centro se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto. Se cubre con una bóveda de cuarto de esfera, conservada en parte, que arranca de una imposta biselada de piedra toba. Aunque no se ha conservado resto alguno, el templo contaría con una nave de dimensiones reducidas. El aparejo utilizado está compuesto por sillarejo escasamente labrado dispuesto en hiladas uniformes. Las dovelas de la ventana, realizadas en piedra toba, están bien escuadradas. Mucho más rudo es el material empleado en el interior de la bóveda de cuarto de esfera: irregular mampostería de reducido tamaño unida con mortero.

 Aunque resulta difícil datar tan exiguos vestigios, su construcción podría situarse en el sigloXII.

Iglesia de Santa Eugenia (Argolell)

Construcción del siglo xi, su planta consta de una sola nave rectangular con techumbre de madera y cubierta exterior de pizarra, con un ábside de bóveda de cuarto de esfera. Su campanario de planta cuadrada es de tres pisos, en este último se convierte en octogonal con cuatro oberturas.

Las pinturas murales de su ábside se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona, representan las imágenes de la Virgen María y cinco apóstoles, están datadas de la primera mitad del siglo xii.

Iglesia de Sant Martí d'Ars
Es la única iglesia románica de la zona con campanario redondo. Es rústica, de una nave, ábside con bóveda de cañón, y porche. Su campanario del siglo XI y redondo es lo más llamativo, tiene tres pisos, con arcos lombardos bajo cubierta.

Iglesia de Santa Eulalia de Asnurri
La construcción de esta iglesia, levantada en sillarejo, es de estilo románico. Consta de un ábside semicircular con vanos de medio punto y sobre éste se levanta la torre del campanario. En sus caras se abren unos vanos y es cubierta por un tejado piramidal de laja.

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Iglesia de San Martín de Bescaran (campanario)

El campanario de la antigua iglesia de Sant Martí de Bescaran es un hermoso ejemplo de la arquitectura religiosa de la región. Construido en el siglo XVIII, este campanario es una de las estructuras más emblemáticas de la población y ha sido cuidadosamente restaurado para preservar su belleza original. Desde lo alto del campanario, se puede disfrutar de unas vistas impresionantes de los alrededores, lo que lo convierte en un lugar popular para los amantes de la fotografía y la historia.

Calvinyà

Santo Tomás y Santa Margarita de Calvinyà

Iglesia de San Román de Civís

Edificio religioso de una nave con capilla lateral. La nave es cubierta a falso techo, mientras que la capilla es cubierta con bóveda de cañón . El altar se encuentra emplazado a poniente. La construcción es bastante rústica, hecha con piedras unidas con barro y dispuestas irregularmente.
En la fachada E, con portal rectangular, se levanta el campanario , quizás del siglo XVII; es de torre cuadrada con tres pisos, de los cuales el primer piso permanece casi enterrado. El tercer piso tiene cuatro ventanas de medio punto.
La iglesia ha sido reconstruida en época más reciente, pero conserva fragmentos de un muro más antiguo, que se prolonga más allá de la fachada y también una capilla cuadrada con ventana de sesgo interior.
Iglesia de Santa Agnès de Farrera dels Llops
Edificio religioso románico de una nave con ábside semicircular, el cual era iluminado por dos ventanas de un solo derrame. La cubierta estaba totalmente derrumbada y se ha restaurado. Es una construcción rústica de piedras unidas con barro. Tiene la portada abierta en el muro S y es adovelada. Hay una viga escuadrada empotrada en el ábside que conserva decoración de escudos de colores azul, rojo y negro.

Sant Pere d'Os de Civís 


Edificio religioso originariamente románico pero modificado. Consta de una nave con capillas laterales. El ábside original se transformó en uno rectangular. La portada está abierta a la fachada oeste. El campanario es de planta cuadrada. En el muro sur, en la parte antiguamente porticada, había pinturas murales que ahora se conservan en el Museo Diocesano de la Seu d'Urgell .

Iglesia de San Jaime de Llirt

 Escut de les Valls de Valira.svg

Valles del Valira
Escudo en losange de ángulos rectos: En campo de oro, un valle de sinople cargado de un río en forma de faja ondada de plata, superado de un toro de sable. Al timbre, una corona mural de pueblo.

Historia

El municipio se formó en 1970 al unirse los términos de Anserall, Ars, Civis, Arcabell y Bescarán. La cabecera municipal corresponde a Anserall.

El municipio hasta hace pocos años basaba su economía en la agricultura y la ganadería, siendo los rebaños más importantes de vacas de leche y ovejas; pero en los últimos años ha habido una gran transformación, por un lado han ido desapareciendo las explotaciones de vacas de leche, dándose por terminadas en muchos casos las explotaciones familiares que habían sobrevivido durante siglos de la tierra, pero en otros casos transformándolas las en explotaciones de vacuno de carne y en algunos casos en equino, sin olvidar los rebaños dovelas que todavía pezan por los prados y pastos del municipio.

En cuanto a los espacios naturales del municipio destacar que dada su riqueza y excepcionalidad han sido catalogados con diferentes figuras de protección, los EINs de Roc Beneïdor y Tossa Plana Puigpedròs en Bescaran, la Red Natura 2000 en Civís y Asnurri y el Parque Natural de el Alt Pirineu en Os de Civís, Civís, Asnurri y Ars. Sin embargo no debe desmerecerse en ningún momento la flora y fauna del resto del municipio.

Parte de la superficie del municipio en 2003 fue incluida dentro de los límites Parque Natural del Alt Pirineu (PNAP), que con casi 70.000 ha es el más extenso de Cataluña. Es un territorio vasto tanto por su extensión como por sus características, el cual se extiende por 15 municipios del Pallars Sobirà y el Alt Urgell, siendo sus rasgos característicos tanto la diversidad faunística y florística, como el gran patrimonio cultural, etnográfico, mitológico y antropológico que alberga. Un territorio que debe en gran parte su riqueza a la mano del hombre, un hombre que parece que en los últimos años huye, haciendo temer en muchos casos la perdurabilidad de unas características del medio que únicamente se podrán mantener si continúa la actividad ganadera y agrícola. Puede consultar más información del PNAP en su sitio web o bien seguirlo a través de Facebook .

El equipo técnico PNAP, desde su creación en el año 2003, ha trabajado incansablemente junto al Ayuntamiento y las Pedanías del municipio para el conocimiento y mantenimiento tanto del territorio como de la gente que en él vive y se encuentra allí gana la vida. Un equipo que desde el primer momento ha entendido la necesidad de preservar y conservar las especies de flora y fauna que se encuentran en peligro, pero también la vitalidad de los rebaños de ganado, y por tanto de los pastores que los cuidan y de los prados en los cuales se alimentan; haciendo de ésta una actividad que todavía se mantiene viva y ligada al territorio, y al mismo tiempo también incentivando a los sectores servicios y turísticos. También se han llevado a cabo diferentes tareas de promoción del territorio y de apoyo en la creación de infraestructuras para el uso público, tales como senderos, centros de información, carteleras informativas, señalización...

domingo, 27 de octubre de 2024

Vilagrassa (LLeida) Cataluña



Vilagrasa (en catalán y oficialmente, Vilagrassa) es un municipio español de la provincia de LéridaComunidad autónoma de Cataluña, con una superficie de 19,9 km², una población de 621 habitantes (INE 2023) y una densidad de población de 22,56 hab/km².


Iglesia de Santa Maria
Es de origen románico. La portada, de la segunda mitad del siglo XIII, de Escuela Leridana. De la iglesia de época medieval sólo queda la portada románica. Este edificio ya existía en época visigótica, más tarde se fue reformando y mezclando con los diferentes estilos.
El campanario de planta cuadrada es de transición del románico al gótico, ofrece una perspectiva particular por su manifiesta inclinación. Alguna vez le han llamado "la Torre de Pisa del Urgell".
En 1976 fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) integrada en el conjunto artístico.






Evolución de la población desde 1900 hasta 2023
AñoHombresMujeresTotal
2023332289621
2022324281605
2021310277587
2020294266560
2019278263541
2018261249510
2017270252522
2016264246510
2015270252522
2014267247514
2013266247513
2012256241497
2011242229471
2010233225458
2009233222455
2008236213449
2007237214451
2006243224467
2005235228463
2004231218449
2003218206424
2002225199424
2001231205436
2000242211453
1999228201429
1998228203431
1996220203423
1995214221435
1994209212421
1993218219437
1992208209417
1991213216429
1990208214422
1989214213427
1988217217434
1987207203410
1986206202408
198100460
197000501
196000532
195000544
194000582
193000614
192000610
191000639
190000616

 Escut de Vilagrassa.svg

Vilagrasa (Vilagrassa)
Escudo en losange de ángulos rectos: Cuartelado en sotuer: 1º y 4º de azur, 5 bezantes de argén en cruz; 2º y 3º de oro, 4 palos de gules. Por timbre, una corona mural de villa.
El escudo presenta, duplicadas, las armas propias y tradicionales de la villa (los bezantes de argén sobre campo de azur) y los cuatro palos del escudo de Cataluña, que recuerdan la jurisdicción real sobre la población: Alfonso II de Aragón le concedió la carta municipal en 1185, y Pedro IV de Aragón le otorgó los privilegios de celebrar una feria anual en 1301 y un mercado semanal en 1328.

HISTORIA

Los inicios y la romanización

Los orígenes de Vilagrassa datan de antiguo. La primera noticia la encontramos en una antigua villa romana fortificada que estaba situada al pie de la antigua vía romana de Barcino en Ilerda, junto al río Ondara. Pero es necesario que nos remontemos bastante tiempo más atrás para encontrar a los primeros habitantes de la región.

La romanización en la Península Ibérica comenzó con la segunda guerra púnica, que enfrentaba a las tropas romanas y cartagineses, con la entrada en Empúries en el 218 aC de los ejércitos romanos. Entonces, Roma se hace señora del país y su influencia va creciendo a lo largo del tiempo imponiendo sus modelos y en poco tiempo toda Hispania quedó integrada en el Imperio. Fue entonces cuando se abandonaron los poblados en lo alto de las colinas y se fue ocupando progresivamente la llanura, más fértil y cómoda, ya que los peligros de ataque casi habían desaparecido.
Es dentro de este contexto en el que situamos la construcción de una villa romana en el lugar actual de Vilagrassa, fechada en los últimos tiempos de dominio romano, el llamado Baix Imperi.
Las villas eran grandes haciendas agrícolas del campo romano, que servían como gran centro agrario, pero también residencia permanente o temporal de la familia propietaria. Éste es el caso de Vilagrassa, situada en un espacio relativamente alto, pero muy cercano a un curso de agua (el río Ondara) en una zona bastante fértil, adecuada a los cultivos mediterráneos y ganadería bovina y porcina. Tenemos vestigios en el pueblo de esta villa romana, que, además, le habría dado el nombre: Villa Crassa, cuyo nombre podría venir de un antiguo propietario llamado Craso. Se localizó parte de las estructuras de la villa en el solar de Joaquim Galceran, junto a la carretera N-II, al rebajar el terreno en 1920. La excavación fue llevada a cabo por el Institut d'Estudis Catalans. Entre los hallazgos destaca un interesante mosaico datado en los siglos IV y , de 3,12 x 3,75 my conservado en el Museo de Arqueología de Cataluña. Encontraron también dos capiteles compuestos muy rudimentarios y la base de una columna.
También se podrían provenir los sillares acolchados de la base del campanario actual y que por sus características hacen pensar que la villa podía estar fortificada para defenderse de los ataques enemigos, como ladrones o pobladores del entorno. Otros restos serían grandes cortados en el Mas d´Estadella.

La edad media - Aparición de Vilagrassa

Tras la caída del Imperio romano, la zona cae en decadencia y no tenemos constancia de un poblamiento importante. Al contrario, la población permanecería diseminada durante un largo período de años. Es una época muy confusa, con el ataque de los pueblos del norte, el establecimiento visigótico y su posterior denominación árabe.
La aparición formal de la Vilagrassa actual después de este período de incertidumbre la encontramos en el contexto de la reconquista y del enfrentamiento entre los condados catalanes y los musulmanes. Los límites fronterizos se mantuvieron más o menos a lo largo de dos siglos (IX y X) a lo largo del Llobregat-Mig Segre y provocó que la zona del Urgell y la Segarra se despoblara debido a las frecuentes incursiones bélicas entre los condados y la próxima Lérida.
Es entre 1015 y 1050 cuando tenemos las primeras noticias documentadas de la zona por parte del conde de Barcelona Ramon Berenguer I. Éste empezó la conquista de la comarca segarrenca con incursiones cada vez más frecuentes en la llanura, tomando y construyendo castillos y aumentando su presencia. Se conserva un documento del 25 de febrero de 1082 que nos explica que los condes Ramon Berenguer II y Mafalda hicieron donación a Mir Ricolf, procedente de la casa de Pinós-Mataplana, del castillo de Montalbà, situado al sur del actual término de Vilagrassa.
La primera constancia de Vilagrassa la tenemos en la cesión de la cuenta Ramon Berenguer III y Dulce de Provenza a Gonter y su esposa Na Julia de unas piezas de tierra del lugar de Vilagrassa, donación fechada el 27 de noviembre de 1121, donde vemos que el sitio ya llevaba el nombre actual y parece constatar la existencia o tradición antigua de un centro agrario fértil. El mismo año, el 28 de diciembre de 1121, tenemos documentada también una carta de donación de tierras para plantar viñedos en el término del lugar de Vilagrassa a favor de Bernat Guillem y su mujer María.
Por tanto se debería mantener un centro agrario en el lugar de Vilagrassa, una especie de masía, que con la reconquista se transformó en base avanzada de las posiciones cristianas durante la reconquista. Sin embargo, en la documentación de la época se habla de Vilagrassa como sitio rural y no como posición militar destacada.

La carta de Población

La Carta de Población es un exponente y ejemplo de una fuente de derecho local medieval, que debe buscarse en el momento de la crisis del imperio romano de occidente.
Una de las fórmulas usadas para repoblar fue la del incentivo de nuevas poblaciones con unos derechos y libertades para sus nuevos habitantes que no se encontraban en las rígidas estructuras de la Catalunya Vella. Surgen por esta función las cartas de población y franquicia, términos a través de los cuales se designan un conjunto de documentación diversa encaminada a la promoción de la vida local. Eran otorgadas por el rey o por el titular de un señorío, incluso religioso, para fomentar la ocupación de un lugar o la permanencia de los habitantes, a través de la fijación de las condiciones básicas de posesión del suelo y de residencia y, en algunos casos, de las normas elementales de regencia de la vida de la comunidad vecinal.
La Carta de Población de Vilagrassa, fue otorgada por el rey Alfonso I de Aragón y Cataluña en el mes de abril de 1185, desde Lleida a los habitantes de Vilagrassa. La carta es destacada no sólo por las condiciones favorables que da a los pobladores, sino también porque es ejemplo de una nueva organización social, lejos del régimen feudal de la Catalunya Vella.
De hecho, buena parte del documento lo dedica a enumerar las nuevas franquicias y previlegios de aquellos pobladores, todas las cuales ya son señal de una nueva organización social. Muy pronto el monarca deja claro que la vial de la que hablamos es suya, y, siendo así, les da él todos los buenos usos y franquezas necesarios para vivir bien y mejorar. La afirmación positiva implica a la vez una negación. En nuestro caso, de hecho, se derogan malos usos de marcado carácter señorial. Esto queda más claro cuando adelantado el documento, especifica que libra de esorquías, intestias y cugucias a los nuevos y futuros pobladores. También entrega, en principio, pagar leve y uso. Si las relaciones personales feudales y los usos son subtituidos, también vale hacer especial mención de otro aspecto de vital importancia en la organización de una sociedad: la propiedad inmueble y de la tierra.
El monarca son en propiedad las casas, huertos y farraginales. Por tanto, la propiedad urbana, la de cultivo y los pastos. Se indica que esta donación sancionaba legalmente un reparto anterior. En este sentido debemos decir que no es común ver en las Cartas de Población y Franquicia mención alguna a particiones o distribuciones anteriores, ni tampoco que se haga referencia a la dimensión de la parcela de la casa y el huerto. Sin embargo, los habitantes de Vilagrassa no están excluidos de pagar un censo por la concesión hecha por el monarca. Deberán satisfacer seis dineros cada año por la fiesta de Navidad.
Los habitantes de Vilagrassa también son capacitados para utilizar libremente -como suya- el agua del reguero dos días a la semana y más si quieren cuando no perjudiquen los intereses reales. También concede el agua del Cercavins sin restricciones.

Los años de dominio se re

Una vez iniciada la forestación, empezaron a construirse las casas y los primeros edificios públicos, siguiendo el cánones del romántico tardío, enlazando con las primeras corrientes del gótico. Es en este contexto cuando situamos la construcción de la iglesia de Vilagrassa, iniciada poco después de la constitución de la villa y con una magnífica portada. La parroquia de Vilagrassa quedó incluida en el obispado de Vic, como el resto de las tierras del condado de Manresa. Posteriormente, en 1595 se incluyó en la nueva diócesis de Solsona, a la que pertenece todavía hoy.
Vilagrassa se mantenía como villa real dependiente directamente de la Corona catalanoaragonesa. Sin embargo, en 1223 Jaime I cedió la villa en feudo a su hermanastra Constanza, casada con Guillermo de Moncada. Empezó aquí un largo periplo del señorío de la villa de unas manos a otras, pero siempre bajo el alto dominio real. Este hecho protegió a los habitantes de Vilagrassa y contaremos con la ayuda de los monarcas en pleitos contra la también real Tàrrega y con Anglesola y su baronía. Los conflictos entre las tres poblaciones marcaron los sucesos a lo largo de toda la época medieval, con numerosos enfrentamientos y rencillas entre los habitantes de Tàrrega y Vilagrassa.
La economía del pueblo era esencialmente campesina, basada en la agricultura mediterránea (cereales, vid y olivos) complementada con la ganadería y la huerta.
La villa fue sede de un hospital. En época medieval, casi en todas las villas había un centro de estas características, dedicado a la asistencia de los más necesitados ya la atención de los viajeros.
También tenemos documentada, la existencia de una pequeña comunidad judía. Su nombre aparece en muchos documentos, así como su participación en cuestiones locales.

El mundo moderno

La entrada en la época moderna no hizo variar mucho las cosas de nuestro pueblo.
Desgraciadamente, nuestras tierras, fruto de su condición de lugar de paso y comunicación, fueron escenario de nuevo de numerosas guerras. Una de las más cruentas fue la de los Segadors del siglo XVIII, cuando las huestes castellanas se hicieron fuertes en Lleida. Entonces, las rencillas entre los castellanos y los catalanes pasaron por la zona provocando requisas y destrucción.
Las guerras no eran la única preocupación de los aldeanos. Además, se sumaban las plagas, las malas cosechas y la peste. Una de las más cruentas asoló Cataluña en torno a 1600.
Después de unos años de paz y prosperidad, la cuestión por la sucesión al trono volvió a causar estragos en la comarca, escenario de nuevo de los enfrentamientos entre los dos ejércitos.
Pese a los estragos de la guerra de los primeros años, el resto del siglo XVIII fue una época de relativa tranquilidad y estabilidad. A lo largo del siglo aumentaba la población, así como la producción. Fue época de transformaciones, de nuevas construcciones, de cultura e ilustración... en definitiva, de bienestar, a pesar de las crisis por la inestabilidad del sistema. Vilagrassa vivió en aquellos años un gran incremento de población y disfrutó de las ventajas del momento.

Los siglos XIX y XX

El siglo siguiente trajo de nuevo confusión, guerras y malestar. La guerra del Francés movilizó activos de la comarca y sabemos que el somatén de Vilagrassa fue a Vic y participaron en la batalla del Bruc. Asimismo, nuestras tierras volvieron a ser campo de batalla hacia la conquista de Lleida y de nuevo destrucción y exilio.
Este fue también un siglo de grandes cambios en las estructuras sociales mantenidas a lo largo de siglos. En 1833 se abolieron las señorías y los dilemas sobre los pueblos, aunque los señores conservaron sus propiedades. Se terminan así toda la serie de privilegios sobre tierras de los señores y las rentas de las que gozaban. Los marqueses de Cerdanyola dejaron de ser señores de Vilagrassa, así como de los cercanos Claravalls y Castellnou. La última visita de la marquesa viuda había sido en 1802.
Unos años más tarde llegaron las desamortizaciones de Mendizábal (1835-37), cuando la iglesia se ve obligada a dejar sus propiedades, iniciándose una destrucción importante del patrimonio religioso.
A pesar de los hechos devastadores como guerras, sequía y plagas, la segunda mitad del XIX fue el momento de la llegada de las mejores técnicas de la zona, como el ferrocarril, la carretera, la luz eléctrica, el teléfono, el telégrafo, el agua corriente, las escuelas, la industrialización o el comercio. Llegaron progresivamente a la comarca y en Vilagrassa lo hizo de forma desigual, y no paralela a las poblaciones vecinas. El tren, inaugurado en 1860, pasó de largo de la villa, a pesar de circular junto a las casas. En 1861 el agua empezó a correr por el nuevo Canal de Urgell.
Sin embargo el agua fue arrolladora un fatídico 23 de septiembre de 1874, la famosa rubinada de Santa Tecla. La noche del 22 al 23 muchas poblaciones de Cataluña se vieron arrasadas por la fuerza del agua que se llevó huertos, casas y vidas humanas. En Vilagrassa la rubinada vino del Ondara y el Cercavins. Murieron trece personas.
Se inició también el resurgimiento cultural de la comarca, dentro de las corrientes generales catalanas como la Renaixença, con la aparición de sociedades recreativas, corales, revistas, artistas,... que impulsaban fiestas, actos o manifestaciones culturales. El resurgimiento cultural y asociativo también floreció en Vilagrassa, con la creación de unos grupos de aficionados en el teatro, el Cor Nova Germanor y un equipo de fútbol. O la Sociedad Cultural Recreativa Centro Vilagrasense.
Eran años también de revueltas obreras y campesinas, de luchas de clase y movilización por mejorar los derechos de los trabajadores. En Vilagrassa sabemos que se fundó una Federación Obrera.
El pueblo sufrió bombardeos a lo largo de la guerra. Uno de los más cruentos fue el 5 de abril de 1938, donde murieron varias personas de Vilagrassa. Unos diecisiete jóvenes del pueblo fueron llamados a filas en la llamada Quinta del Biberó. En total murieron ocho vilagrasenses durante la guerra.
La posguerra fue penosa, con limitaciones y miseria. Fueron años de muchas penurias, que sólo el esfuerzo de la gente pudo solucionar. Más adelante, durante la década de los sesenta, se produjo un relanzamiento económico a través de la industrialización, la mecanización del campo y las migraciones de la población.
Se establecieron algunas industrias y pequeños comercios. El enderezamiento social, político y cultural tuvo que esperar unos años más, hasta la llegada de la democracia que siguió a la muerte del dictador Franco.
Los años noventa han traído también la aparición de muchas asociaciones y entidades sin ánimo de lucro.