El delta del Ebro es la zona húmeda más grande de Cataluña y una de las más importantes de Europa occidental detrás del parque regional de la Camarga en Francia y del parque nacional de Doñana en el sur de España.
Los sedimentos son materiales provenientes de los Pirineos, el sistema Ibérico y la cordillera Cantábrica, lugares de donde nace el río. La cantidad de materiales sedimentados han creado una superficie de más de 320 km², en la que se han formado numerosos hábitats. La actual forma del Delta es una "flecha" perfectamente dibujada que penetra cerca de 22 km en el mar, creando así el tercer mayor delta del Mediterráneo tras el delta del Nilo con 24.000 km² y el del Ródano, que abarca una superficie de 500 km².
Existen abundantes vestigios y restos arqueológicos, como un poblado íbero con siete silos de grano en la zona del castillo, otro en la zona del Pla d'Empuries y una necrópolis en la Oriola, que hacen que algunos historiadores como Esteve, Schulten y Bosch apoyen la teoría de que en el actual término municipal de Amposta se ubicaba la ciudad de Hibera o Ibera, capital del territorio de los ilercavones antes de la conquista romana, y el primer gran asentamiento ibérico de la península. La situación de la población de Hibera es disputada por las poblaciones de Amposta, San Carlos de la Rápita y Tortosa.
Durante la segunda guerra púnica se produjo en 215 a. C. la batalla de Dertosa, (algunos expertos la denominan también la batalla de Hibera o de Ibera), que enfrentó a cartagineses y romanos. La ciudad, aliada de los cartagineses fue destruida por las tropas romanas, con lo que los habitantes de la ciudad huyeron y se perdió el rastro de Amposta. La cultura ilercavona se perdió absorbida por la romana.
Los romanos establecieron un poblado cerca de la Torre de la Carrova y también establecieron una posada de vigilancia en una terraza sobre el río Ebro, en el núcleo antiguo de Amposta, de aquí proviene el origen del término Amposta, "Amni Imposita", posada sobre el río.
Durante la conquista árabe, éstos establecieron una fortaleza en el mismo lugar donde estaba la posada romana, hecho confirmado por los posteriores hallazgos arqueológicos.
El conde de Barcelona Ramón Berenguer III, fracasó en el intento de apoderarse de Amposta los años 1095 y 1097, pero pese a ello, infeudó la ciudad al monasterio de San Cugat en 1097. Sin embargo, en 1098, hizo enfeudación a favor de Artal de Pallars a cambio de que este se comprometiera a construir un castillo. Es su hijo Ramón Berenguer IV quien lo consiguió en el año 1148. Como recompensa a su ayuda en sus conquistas, Ramón Berenguer IV dio en el año 1149 (1150 según el calendario actual) el castillo de Amposta y las tierras que lo rodean a la Orden de San Juan de Jerusalén, quienes convirtieron el castillo en el centro y capital de todas la posesiones de los Hospitalarios en la Corona de Aragón. Durante ese período, el castillo alcanzó gran prosperidad e importancia, el título de castellán de Amposta es sinónimo de gran poder dentro de la Corona de Aragón, ya que era el representante de la orden ante el monarca, como lo fue Juan II de Ribagorza. El año 1280, el castillo pasó a control de la corona tras ser cambiado a los Hospitalarios por las villas de Onda y Gallur, por lo que la villa pasó a regirse por los Usatges de Barcelona.
Posteriormente, el sitio dejó de tener tanta importancia, hasta 1461, cuando durante la Guerra civil catalana la ciudad tomó partido por el hijo de Juan II de Aragón, Carlos de Viana contra el otro pretendiente, el que luego seria el rey Fernando el Católico. Por este motivo el castillo sufrió un asedio que empezó el 2 de octubre de 1465, y no fue hasta ocho meses después, el 21 de junio de 1466, cuando el castillo fue tomado, siendo seriamente destruido y la ciudad perdió la categoría de plaza fuerte.
En la edad moderna, ya sin la protección del castillo, la ciudad entró en un período de decadencia, siendo destruida hasta 3 veces por piratas turcos y berberiscos que saqueaban las costas a lo largo del siglo XVI. Posteriormente vino un período de lenta recuperación durante los siglos XVII, XVIII y XIX, cuando se empieza a explotar las tierras del delta y el puerto de los Alfacs
Durante las guerras carlistas, la ciudad fue un importante punto carlista y que las tropas reales llegaron a someterla a asedio varias veces.
Durante el siglo XIX comenzó el crecimiento urbano y demográfico de la ciudad. En 1860 se acordó comenzar a cultivar la zona del delta y cultivar arroz. Amposta también contaba con algunas industrias como molinos de aceite y arroz, y de construcción, aprovechando las materias primas del delta como la caña y la sosa.
Con el saneamiento del delta y el cultivo del arroz, la ciudad alcanzó los 4.000 habitantes a principios del siglo XX. La ciudad empezó su desarrollo con la construcción del puente colgante promovido por el alcalde Joan Palau, las escuelas, abastecimiento de agua y electricidad. El desarrollo de la población sólo se vio interrumpido por la guerra civil, en la que el puente colgante resultó destruido el 10 de marzo de 1938 por un ataque de la aviación italiana. El 18 de abril de 1938 la ciudad fue tomada por el ejército sublevado, comandado por el general Rafael García Valiño.
Puente colgante
Museo de las terras de l'Ebre
Ayuntamiento
Iglesia parroquial de Santa María
Arrozales
Torre de la candela
Torre de la Aldea
Escudo municipal
Escudo caironado: En campo de gules, una muralla de oro abierta entre dos torres, también abiertas, acompañada de un escudo de oro con cuatro palos de gules encima y una cruz de Malta de argent en la punta. Al timbre una corona mural de ciudad.Escut caironat: de gules, una muralla d'or oberta entre dues torres, també obertes, acompanyada d'un escudet d'or amb quatre pals de gules al cap i d'una creu de Malta d'argent a la punta. Per timbre, una corona mural de ciutat.
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Durante la segunda guerra púnica se produjo en 215 a. C. la batalla de Dertosa, (algunos expertos la denominan también la batalla de Hibera o de Ibera), que enfrentó a cartagineses y romanos. La ciudad, aliada de los cartagineses fue destruida por las tropas romanas, con lo que los habitantes de la ciudad huyeron y se perdió el rastro de Amposta. La cultura ilercavona se perdió absorbida por la romana.
Los romanos establecieron un poblado cerca de la Torre de la Carrova y también establecieron una posada de vigilancia en una terraza sobre el río Ebro, en el núcleo antiguo de Amposta, de aquí proviene el origen del término Amposta, "Amni Imposita", posada sobre el río.
Durante la conquista árabe, éstos establecieron una fortaleza en el mismo lugar donde estaba la posada romana, hecho confirmado por los posteriores hallazgos arqueológicos.
El conde de Barcelona Ramón Berenguer III, fracasó en el intento de apoderarse de Amposta los años 1095 y 1097, pero pese a ello, infeudó la ciudad al monasterio de San Cugat en 1097. Sin embargo, en 1098, hizo enfeudación a favor de Artal de Pallars a cambio de que este se comprometiera a construir un castillo. Es su hijo Ramón Berenguer IV quien lo consiguió en el año 1148. Como recompensa a su ayuda en sus conquistas, Ramón Berenguer IV dio en el año 1149 (1150 según el calendario actual) el castillo de Amposta y las tierras que lo rodean a la Orden de San Juan de Jerusalén, quienes convirtieron el castillo en el centro y capital de todas la posesiones de los Hospitalarios en la Corona de Aragón. Durante ese período, el castillo alcanzó gran prosperidad e importancia, el título de castellán de Amposta es sinónimo de gran poder dentro de la Corona de Aragón, ya que era el representante de la orden ante el monarca, como lo fue Juan II de Ribagorza. El año 1280, el castillo pasó a control de la corona tras ser cambiado a los Hospitalarios por las villas de Onda y Gallur, por lo que la villa pasó a regirse por los Usatges de Barcelona.
Posteriormente, el sitio dejó de tener tanta importancia, hasta 1461, cuando durante la Guerra civil catalana la ciudad tomó partido por el hijo de Juan II de Aragón, Carlos de Viana contra el otro pretendiente, el que luego seria el rey Fernando el Católico. Por este motivo el castillo sufrió un asedio que empezó el 2 de octubre de 1465, y no fue hasta ocho meses después, el 21 de junio de 1466, cuando el castillo fue tomado, siendo seriamente destruido y la ciudad perdió la categoría de plaza fuerte.
En la edad moderna, ya sin la protección del castillo, la ciudad entró en un período de decadencia, siendo destruida hasta 3 veces por piratas turcos y berberiscos que saqueaban las costas a lo largo del siglo XVI. Posteriormente vino un período de lenta recuperación durante los siglos XVII, XVIII y XIX, cuando se empieza a explotar las tierras del delta y el puerto de los Alfacs
Durante las guerras carlistas, la ciudad fue un importante punto carlista y que las tropas reales llegaron a someterla a asedio varias veces.
Durante el siglo XIX comenzó el crecimiento urbano y demográfico de la ciudad. En 1860 se acordó comenzar a cultivar la zona del delta y cultivar arroz. Amposta también contaba con algunas industrias como molinos de aceite y arroz, y de construcción, aprovechando las materias primas del delta como la caña y la sosa.
Con el saneamiento del delta y el cultivo del arroz, la ciudad alcanzó los 4.000 habitantes a principios del siglo XX. La ciudad empezó su desarrollo con la construcción del puente colgante promovido por el alcalde Joan Palau, las escuelas, abastecimiento de agua y electricidad. El desarrollo de la población sólo se vio interrumpido por la guerra civil, en la que el puente colgante resultó destruido el 10 de marzo de 1938 por un ataque de la aviación italiana. El 18 de abril de 1938 la ciudad fue tomada por el ejército sublevado, comandado por el general Rafael García Valiño.
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