La Senia (Tarragona) Cataluña

La Sénia (en catalán y oficialmente La Sénia) es un municipio, situado al sur de la provincia de Tarragona, en la comarca del Montsiá. Según datos de 2022  su población era de 5475 habitantes.

Iglesia de Sant Bartomeu

Reproducción de un Messerschmitt Bf 109 de la Legión Cóndor, en el Museo de La Sénia.

Castillo de Sant Joan

Esta fortificación del siglo XI fue construida para proteger Lloret y su región de ataques provenientes del mar.

Está ubicado en un acantilado entre la playa principal de Lloret y la playa de Fenals. Desde lejos, si bien destaca su torre en el cielo azul, se funde entre las rocas del mismo color que sus paredes y los árboles.

El Castillo de San Juan sufrió varios ataques a lo largo de su existencia. El más destructor fue un bombardeo del siglo XIV por los británicos. En el siglo XX es cuando se restauró varias veces, aunque hoy solo se puede ver alguna parte de los vestigios del castillo original.

La torre restaurada y el recinto señalizado se pueden visitar. Allí vale la pena, aparte del valor histórico del castillo, la maravillosa vista panorámica que te ofrece su ubicación privilegiada.

 

Escudo de La Senia

Escudo en losange de ángulos rectos: de sinople, una noria de plata. Al timbre, una corona mural de villa.

Prehistoria

Mediante restos materiales de épocas prehistóricas se ha documentado la presencia de pobladores. La zona de Cenia ha sido ocupada desde tiempos remotos. Las pinturas rupestres de la cueva dels Rossegadors y de la cueva de la Tenalla -el llamado Arte levantino- son los testimonios de un nomadismo estacional de pequeños grupos de humanos epipaleolíticos (10 000 años antes del presente). En estas pinturas levantinas se observa alguna de la fauna de la época, se distinguen tipos humanos cazadores, asexuados, mujeres), y detalles de elementos de la indumentaria masculina y femenina, así como escenas de actividades cinegéticas, de prácticas propiciatorias para la cacería y de composiciones más inexcrutables.

Antiguo régimen

Se reconoce a La Senia con la carta de población del 17 de abril de 1232. El 13 de septiembre de 1233, Pere Montcada hizo concesión feudal de la villa de Cenia al señor Guillem de Moragues (nacido en Tortosa) para su repoblación. El 25 de enero de 1336, Guillem de Moragues hizo entrega de la Carta Puebla a veintiún vecinos y de esta forma, la villa de Cenia quedó establecida dentro la jurisdicción del castillo de Ulldecona. En 1462, durante la Guerra Civil catalana, Cenia tomó parte activa contra Juan II y la población fue asaltada varias veces por las tropas reales; En junio de 1466 se rindió definitivamente. En el año 1536 fue incorporada a la comanda de Mirambel.

En el año 1716, tras la Guerra de Sucesión Española, la población perdió muchos privilegios y libertades forales al implantarse el Decreto de Nueva Planta de Felipe V.

Época contemporánea

En la Guerra de la Independencia Española, la villa de la Senia aportó grandes contribuciones y, cuando fue conquistada juntamente con el resto del Montsiá y el Bajo Ebro, permaneció incluida en el departamento francés de las Bocas del Ebro. Durante este periodo de tiempo la Sénia adquirió importancia por su industria de construcción naval. Expulsados los franceses de la comarca del Montsiá, volvió el absolutismo con la restauración de Fernando VII en el trono español.

Al dividirse España en provincias en el año 1833, a La Senia le correspondió ser de Tarragona. Ese mismo año comenzaron las Guerras Carlistas en la zona con la conquista de la población del general Cabrera, que provocó un constante asedio a la población por parte de las tropas isabelinas, hasta el año 1840, cuando el general Leopoldo O'Donnell derrotó a Ramón Cabrera. Iniciado el siglo xx, en 1907 la electricidad quedó instalada en la población.

Después del comienzo de la Guerra Civil Española, en 1937 la Fuerza aérea republicana construyó un campo de aviación militar en la partida de els Plans; En este aeródromo primero pilotaron aviadores republicanos y más tarde alemanes. Las tropas franquistas entraron en la población el 14 de abril de 1938, tras la Ofensiva de Aragón.​ Tras esto, los operarios y efectivos de Legión Cóndor alemana se instalaron en el campo de aviación, que se convirtió en su más importante base de operaciones. Durante el verano el aeródromo tuvo una gran actividad, al realizar los alemanes numerosas operaciones en la Campaña de Levante y la Batalla del Ebro. El 16 de diciembre de aquel año un grupo de bombarderos republicanos Tupolev SB-2 "Katiuska" realizaron un ataque por sorpresa contra las instalaciones de la Legión Cóndor, destruyendo 7 cazas alemanes "Bf-109" y causando graves daños en las instalaciones de tierra, en el que constituyó uno de los más audaces ataques de la Aviación republicana durante la guerra.

En 1148 se produjo la conquista del reino andalusí de Tortosa por parte del Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV. Durante la segunda mitad del siglo XII encontramos una primera población cristiana de las tierras del Montsià. Estos asentamientos no desarrollaron una consolidación feudal estable dado el carácter fronterizo de la región. Fue un tiempo de poblamientos dispersos y de continuidad variable.

Durante los años 20 del siglo XIII, con la llegada al trono de Jaume I, se estableció la política de consolidación del territorio. Es en esta época que el feudalismo arraigó en la región y se otorgaron las cartas de población oficializando villas y encomiendas. La expedición de estos documentos no significa que no existieran asentamientos previos, pero si son muestra de una intencionalidad tanto en la organización del territorio, como en la prevalencia de la población.

Las tierras del río Sénia permanecía bajo la jurisdicción del Orden del Hospital desde 1178, bajo la encomienda del castillo de Ulldecona. Dicha orden emitió la primera carta de población al ciudadano Guillem de Moragues, natural de Tortosa. La Sénia fue reconocida como villa el 17 de abril de 1232. A su vez, el 25 de enero de 1235, Guillem de Moragues concedió una nueva carta de población a los habitantes de la Sénia. De esta segunda carta sabemos que se concedió a 21 personas, entendemos que se trata de cabezas de familia. Cada familia ostentó una heredad, tierras donde cultivar y trabajar. De este modo se repartió el territorio entre sus habitantes.

Estas tierras fueron repartidas en propiedad y derecho a heredar. Esto significa que tenían derechos para la explotación de las tierras, pero continuaban pagando impuestos al señor feudal y a la iglesia, siguiendo los usos del momento. Se trata pues de campesinos libres que formarían una oligarquía local, pero siempre bajo la jurisdicción de un señor feudal, noble o eclesiástico, propietario de la región.