San Carlos de la Rápita (en catalán Sant Carles de la Ràpita) es un municipio español situado en la comarca del Montsiá (provincia de Tarragona, Cataluña). Tiene un importante puerto marítimo. Comúnmente San Carlos de la Rápita se denomina en la zona. Superficie 53,69 km² Población 14767 hab. (2022)
Iglesia de la Santísima Trinidad
Construida en 1941, el edificio se edificó sobre las ruinas de la anterior iglesia derruida a causa de los daños provocados por la Guerra Civil. De estilo neoclásico y nave única, el espacio interior dispone las capillas laterales en riguroso orden de disposición. Un altar sencillo, de escasa decoración, en consonancia con la austeridad del conjunto presta debida veneración a la talla de la Virgen de la Rápita, de pequeñas medidas y rasgos poco dinámicos. Una media cúpula corona el ábside semicircular que introduce formas alejadas de la verticalidad predominante en la iglesia.
Escudo de San Carlos de la Rápita
Escudo cortado y medio partido; 1º de oro cuatro palos de gules 2º de azurla nao de plata sobre ondas de azur y plata. 3º de plata, el castillo de azur. 4º de sable, la Cruz de plata de ocho puntas. Al timbre, Corona Real cerrada.
Prehistoria
En San Carlos de la Rápita apareció la única pintura paleolítica de Cataluña. En el interior de la Cueva del Tendo, en la Moleta de Cartagena, los espeleólogos Isidre Urgellés y Armand Ávalos hallaron, en 1964, un toro rampante pintado en color negro sobre una bandera estalagmítica.
Fue la primera pintura rupestre paleolítica hallada en el sector oriental peninsular que actualmente cuenta con otras muestras como la Cueva del Niño (Ayna, (Albacete)), la Cueva de Jorge, la Cueva de las Cabras y el Conjunto del Arco (Cieza, (Murcia)), etc. Expoliada poco después, se reestudió en los años 80 y se llevó a cabo un proyecto de prospección de la cavidad, en 1990, dirigido por Anna Alonso y Alexandre Grimal Navarro, que aportaron datos muy interesantes y sustanciales si bien no se llegó a averiguar la suerte de aquella extraordinaria muestra del mundo creencial de los grupos paleolíticos.
Historia
Antes de la reconquista cristiana el lugar ya estaba poblado, tal y como consta en un documento de 1097 en el que Ramón Berenguer III cede el castillo de la Rápita al monasterio de San Cugat. El conde impuso la condición de que el lugar fuera repoblado por los monjes del cenobio. Se estableció un priorato en el castillo que sirvió para que se iniciara la recolonización de las tierras, especialmente activa durante el siglo XIII.
En 1260 los monjes de San Cugat vendieron el castillo y el resto del término a los monjes hospitalarios con los que habían mantenido diversos pleitos. En el castillo se estableció una comunidad de monjas que permaneció en el mismo hasta 1579, año en el que se trasladaron a Tortosa. En 1280 el señorío del lugar quedó en manos de la corona.
A mediados del siglo XVIII, el rey Carlos III ordenó la construcción de un puerto en la zona del Delta del Ebro, así como la de un importante núcleo urbano en la villa pesquera de la Rápita. En su honor, el lugar recibiría el nombre de San Carlos de la Rápita. El rey quería convertir el puerto de los Alfaques en uno de los principales del Mediterráneo, de manera que entre 1780-1794 se construyó un canal de navegación que unía Amposta con la Rápita, se fortificó el lugar y se iniciaron las obras de construcción de varios edificios, como la aduana, el palacio del gobernador o la iglesia. La muerte del rey y el caos económico de los últimos años de su reinado dejaron la mayoría de las obras incompletas.
En 1811, durante la Guerra de la Independencia, el general Louis Gabriel Suchet se fortificó durante un tiempo en el puerto de San Carlos de la Rápita, que fue ocupada de nuevo tras la toma de Tarragona. En 1860 se produjo en la ciudad el desembarco del general Ortega, intento de sublevación carlista para derrocar a la reina Isabel II.
La villa se constituyó como municipio en 1838 adoptando el nombre de "San Carlos de la Rápita".
No hay comentarios:
Publicar un comentario