Vilaverd es un municipio situado en la comarca catalana de la Conca de Barberá, Tarragona. Su población en 2022 era de 453 habitantes. Está en la orilla del río Francolí.
Estación de ferrocarrilSe encuentra al norte de la localidad de Vilavert. A diferencia de otras estaciones de la línea el primer edificio construido era provisional y bastante endeble lo que llevó a que fuera arrasado por un fuerte vendaval que afectó a la zona. Eso obligó a que fuera reconstruido a principios del siglo XX. Dada la fecha su arquitectura se vio influencida por el modernismo de la época siendo especialmente visible ese aspecto en la marquesina metálica.4 Dispone de dos andenes laterales, a los que acceden dos vías, la principal (vía 2) y la derivada (vía 1).
Iglesia de Sant Martí
Se encuentra en el centro urbano de la población de Vilaverd, a la que se accede por
la carretera C-14 desde Montblanc o desde Reus. La
primera mención documental que alude a ella la encontramos
en una bula de confirmación de bienes dirigida por Celestino
III en 1193 al arzobispo de Tarragona. Son pocos los documentos posteriores que hacen referencia a la iglesia que, en
1279-1280 y en 1354-1355, contribuyó como las demás parroquias tarraconenses en la recaudación de la décima papal.
La iglesia de Sant Martí es un edificio que ha sufrido a
lo largo de su historia continuas remodelaciones; como consecuencia de ello su disposición románica original ha sobrevivido únicamente en la fachada occidental y en los primeros
tramos de la nave. Su planta pudo ser en época románica,
según algunos autores, de una sola nave y cabecera plana.
Posteriormente se habría llevado a cabo una ampliación con
el añadido de capillas en los muros laterales de la nave y la
construcción de un transepto y una nueva cabecera. Estas
adiciones configuran un edificio complejo, cuyas sucesivas
fases arquitectónicas se muestran difíciles de precisar con
exactitud. En la zona adscribible al edificio románico el aparejo que puede ser observado es de tamaño medio, dispuesto
de manera irregular y no demasiado trabajado, y la cubierta
es una bóveda de cañón ligeramente apuntado.
En la fachada occidental de la iglesia se abre la portada original románica, de sencillas características: un gran
arco de medio punto con un cuidado dovelaje de grandes
dimensiones cuyos salmeres arrancan de impostas naceladas
y aboceladas, cobijado bajo un guardapolvos igualmente moldurado. Sobre la portada, la fachada cuenta con un óculo
de incierta cronología y se remata, en su extremo superior,
con un campanario de tres vanos sobre uno de cuyos muros
laterales se levanta una espadaña de dos arcos superpuestos.
Por otro lado, una segunda puerta se abre en el extremo
occidental del muro sur de la iglesia; se trata de un arco de
medio punto adovelado que podría haber pertenecido a la
fase constructiva románica y que en la actualidad se encuentra cercenado por una de las capillas laterales añadidas a la
nave. Como consecuencia de las sucesivas reformas sufridas,
la iglesia de Sant Martí se nos presenta con una volumetría
bastante irregular y plantea algunas dudas arquitectónicas
difíciles de resolver. A pesar de ello, estamos en condiciones
de señalar que el templo original fue probablemente erigido
hacia la segunda mitad del siglo XII.
Escudo de Vilaverd
Escudo de medio punto: De azur, castillo de plata mazonado de sable y aclarado de oro; la campaña de plata con el texto VILAVERD.
Prehistoria
El primer documento de la presencia humana en este término corresponde a un abrigo con pinturas rupestres prehistóricas del llamado Arte esquemático cuyos autores fueron los grupos productores neolíticos (6500 años antes del presente). Se localiza en el Barranc del Mal Torrent o del Mal Pas. Se conservan unas formas abstractas, llamadas convencionalmente barras digitales, en color rojo, y podrían calificarse, desde una definición artística, como una obra gestual. Fue descubierta por la Dra. Anna Alonso Tejada, durante las campañas de prospección en busca de arte prehistórico de los años 1989. Al mismo arte pertenece el Mas del Gran, descubierto en las mismas campañas, por Alexandre Grimal, en Montblanc, con muestras semejantes.
Este friso pictórico prehistórico de Vilaverd forma parte de los santuarios prehistóricos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO (1998), bajo el nombre administrativo de Arte Rupestre Prehistórico del Arco Mediterráneo de la península ibérica, al constituirse en testimonio inestimable de la capacidad intelectual humana. (Fuentes: Associació Catalana d'Art Prehistòric)
Historia
La villa nació fruto de la repoblación iniciada en el siglo xii por Ramón Berenguer IV. Vilaverd quedó bajo la influencia del obispado de Tarragona que en 1115 lo cedió a Pere de Vilagrassa con el fin de que se continuara con la repoblación. En 1178, Alfonso el Casto, rey de Aragón y conde de Barcelona, concedió de nuevo el señorío de las tierras a la iglesia, entregándolas al obispo Berenguer de Vilademuls.
Aunque la agricultura fue durante mucho tiempo la principal actividad económica, en la actualidad muchos de los vecinos de la población viven de la actividad industrial. Entre los principales productos que se siguen cultivando destaca la viña, el olivo y los cereales.
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